Queridos amigos, estimados y nunca bien ponderados lectores todos, ya hace un mes desde mi último artículo y en verdad me pesaba mucho el no poder escribir de tantas cosas, pero estos últimos treinta días para mi han sido de un ritmo como pocos, lleno de cambios y responsabilidades nuevas que cumplir(o asumir) haciéndoseme imposible dedicarme a esto que tanto disfruto, escribir. De repente el silencio es fecundo y necesario, agradezco profundamente las visitas constantes y el interés que ha generado en ustedes este espacio.
Les contaría más de lo que ha sido de mi este mes, pero la se escaparía a la linea editorial de este blog, además me parece que no tengo porque atormentarlos con mi vida personal, creo que ya tienen bastante con sus propias aventuras y desventuras como para pretender sorprenderlos con mi cotidianidad, la cual estoy seguro es tan cotidiana como la vuestra... en fin. Luego de estas pertinentes explicaciones y agradecimientos al respetable procedo a escribir el presente post.
Todos (algunos en mayor medida que otros) nos hemos encontrado preguntándonos cosas para las cuales no tenemos o no creemos tener una respuesta cierta, y es en este punto, el de la duda donde comienza la búsqueda, búsqueda filosófica, artística , espiritual. Los caminos pueden cambiar depeniendo de muchos factores y dependiendo también de nuestras preguntas claro está. Pero si hoy, ahora en este instante de soledad, tuvieran la oportunidad de formular sólo tres de estas interrogantes que nos aquejan y que quizas nos aquejarán de por vida, ¿qué pregunta harían?(responda antes de seguir leyendo por favor)
Es justamente de esto que habla el tema que les quiero presentar, es la historia de un hombre, de un oriental, hace mucho mucho tiempo que viajo un largo y peligroso camino para hacerle tres preguntas a un sabio:
Les contaría más de lo que ha sido de mi este mes, pero la se escaparía a la linea editorial de este blog, además me parece que no tengo porque atormentarlos con mi vida personal, creo que ya tienen bastante con sus propias aventuras y desventuras como para pretender sorprenderlos con mi cotidianidad, la cual estoy seguro es tan cotidiana como la vuestra... en fin. Luego de estas pertinentes explicaciones y agradecimientos al respetable procedo a escribir el presente post.
Todos (algunos en mayor medida que otros) nos hemos encontrado preguntándonos cosas para las cuales no tenemos o no creemos tener una respuesta cierta, y es en este punto, el de la duda donde comienza la búsqueda, búsqueda filosófica, artística , espiritual. Los caminos pueden cambiar depeniendo de muchos factores y dependiendo también de nuestras preguntas claro está. Pero si hoy, ahora en este instante de soledad, tuvieran la oportunidad de formular sólo tres de estas interrogantes que nos aquejan y que quizas nos aquejarán de por vida, ¿qué pregunta harían?(responda antes de seguir leyendo por favor)
Es justamente de esto que habla el tema que les quiero presentar, es la historia de un hombre, de un oriental, hace mucho mucho tiempo que viajo un largo y peligroso camino para hacerle tres preguntas a un sabio:
- ¿Que se hace con las piezas de un corazón roto?
- ¿Cómo un hombre como yo puede permanecer en la luz?
- y finalmente, si la vida es tan corta ¿Porqué la noche es tan larga?
Parecen preguntas sencillas, cuestiones cotidianas sin ninguna importancia "científica", sin ningún impacto para la humanidad ni menos para el medio ambiente, cuestión tan importante por estos días no. Pero no nos engañemos, detrás de tres preguntas se encierran cuestiones tremendamente profundas y simples que no nos percatamos de su magnitud o pasan desapercibidas por aquellas que si parecen relevantes pero que en realidad, no son nada.
Los dejo con esta bella historia de búsqueda, de preguntas y de respuestas que no hacen otra cosa que abrir nuestras perspectivas a más interrogantes y que en lo personal me hacen pensar de que tan valiosas o necesarias sean tener algún día estas respuestas.
En todo caso si alguien me pudiera decir ¿que se hace con los pedazos de un corazón roto? se lo agradecería.
Matt Ward, Chinese Translation.
Los dejo con esta bella historia de búsqueda, de preguntas y de respuestas que no hacen otra cosa que abrir nuestras perspectivas a más interrogantes y que en lo personal me hacen pensar de que tan valiosas o necesarias sean tener algún día estas respuestas.
En todo caso si alguien me pudiera decir ¿que se hace con los pedazos de un corazón roto? se lo agradecería.
Matt Ward, Chinese Translation.