viernes, 25 de enero de 2008
y tú...¿ tomas leche?
miércoles, 16 de enero de 2008
¿Estás de acuerdo con el estadio nacional deba llamarse Julio Martínez?
miércoles, 9 de enero de 2008
Scotch_Mist
Vale recordar que ya se encuentra en las disquerías In Rainbows para los románticos del cd.
Scotch_Mist tiene una duración de 53´30´´y que en lo personal pasan volando.Me parecio interesante, entretenido y muy agradable ver y escuchar a una de mis bandas favoritas, es por eso que lo quería compartir con ustedes, para los que ya lo vieron, los que no lo han visto, para los que somos incondicionales y los que no los conocen tanto, para cuando tengan tiempo y ganas, no les cuesta nada dejar cargandolo, en fin, disfrútenlo...
lunes, 7 de enero de 2008
Carla Bruni, como la conocí y como la recuerdo...
Recuerdo hace unas semanas atrás cuando me entere de esta noticia; por msn peteco (un gran amigo) me mandaba un link del emol diciéndome: " Mira esto %$& (amigo)" y desde ese día en adelante la noticia no ha parado.
A dos meses de haberse separado de su señora Sarkozy conquistaba el corazón de una verdadera belleza. Amor, poder, poder, poder, quienes somos para juzgar, es inevitable en todo caso recordar la relación de nuestra Chechi con su no menor y tampoco menos poderoso marido ex presidente de Argentina y eterno futuro candidato a la primera magistratura de nuestros vecinos. Esta relación y como muchas otras también debieron pasar por la aprobación de nuestro lapidario criterio. Yo creo que el amor al igual que la vida se da en y de misteriosas formas y en condiciones que pensaríamos imposibles.
Bueno pero mi amigo me mando el post no con la intenciones morbosa de coliseo romano (o polo menos no tantas) para que yo a través del msn aprobara o rechazara la relación de dos personas adultas y en Francia, peteco me mando la noticia porque sabía,como buen amigo, de mi gusto por la Carlita (para los amigos), pero este gusto no se remitía únicamente al físico, a peteco ya le había pelado el cable o dado la lata en más de una oportunidad de una cantante francesa, que en realidad es italiana ya le había dicho que era una más top de las Tops Models de los ´90, hija del dueño de los neumáticos Pirelli. Es que su primer disco Quelqu’un m’a dit (“Alguien me ha contado”) le sorprendió a la crítica el 2002 y a mi unos 2 años más tarde con un disco delicadicimo, sin pretensiones, tremendamente honesto y bello. Su voz rasposa, sucia, amaderada e ingenua, una guitarra desnuda, además de la sonoridad que tiene el idioma francés hizo que ese disco este hasta el día de hoy en un lugar destacado de mi extensa discografía.
Es así como la conocí, no como la primera dama de Francia, no como la conquista de Sarkozy, no por la ex modelo que fue novia entre otros de Eric Clapton o de Mick Jagger, además que importa ya que a pesar de ser la música ( y al parecer los músicos) un de sus pasiones jamas toco en las bandas o giras de sus novios, no y esto la hace tremendamente autentica ( y me refiero netamente a un plano musical).
El 15 de enero del 2007 nos volvió a deleitar con su segundo disco, titulado "No Promises" interpretado en inglés y con canciones basadas en poemas de autores como William Butler Yeats, Wystan Hugh Auden, Dorothy Parker, Walter de la Mare, Emily Dickinson y Christina Rossetti, muy recomendado también.
Pero una vez más me desvié del tema y lo que quería fuera un corta alusión se a transformado en un largo y tedioso post que como otros los lleva por serpentinos caminos sin saber a ciencia cierta donde se dirigen o mejor dicho, donde los quiero levar con todo esto. Lo cierto es que sólo quería recordar a la Bruni que alguna vez conocí (por medio de la música) y mostrarles este otro lado de la historia, la historia de un cantante que fue modelo y no al revés.
Los dejo con su primer single Quelqu'un m'a dit de su primer disco, uno de los temas más dulces y bellos de Carla Bruni.
Me han dicho que nuestras vidas no valen gran cosa
¡Vés como hay alguien que me ha dicho!…
www.myspace.com/carlabruni
jueves, 3 de enero de 2008
Carta de Cristan Warnken a Clemente...
Llora por ti tu jardín, que siempre insistías en llamar "mi jardín". Llora el intruso gato blanco y negro, que merodeaba por las tardes y que tú llamabas mi gato amigo. Llora el cerro Manquehue, que veías desde la ventana de tu pieza. Llora la plaza de Almirante Acevedo, alrededor de la cual corrías una y otra vez, como un Forrest Gump de tres años. Lloran los resbalines que te vieron crecer en temeridad y por los que te lanzabas con gozo. Llora la montaña del camino de La Pirámide, destrozada por la construcción de autopistas y a la que decías "pobre montaña". Llora tu nana, a la que llamabas "mi reina", "mi Karencita hermosa", piropero precoz.
Lloran las fuentes de agua, ante las que te quedabas en éxtasis mirando caer el agua, el agua que te asombró más que nada en el mundo, el agua de los ríos, el agua de las llaves de agua de la casa, que abrías sin cesar, el agua del mar, oh, tu locura por el agua, Clemente, toda el agua del mundo llora por ti, y mana en nuestras lágrimas.
Lloran por ti Whinnie the Poo y Tigret y Christopher Robbin, y todos sus amigos, porque en sus libros de aventuras te sentías en familia. Tú eras como Whinnie the Poo, tierno, goloso, amical. Llora por ti tu chupete gastado y fiel, que intentamos vanamente botar tantas veces y que ahora te espera sobre la almohada vacía. Lloran por ti las esculturas del Parque de las Esculturas de Pedro de Valdivia, donde fuimos el día antes de tu partida, a correr, a subir al olmo gigante; llora por ti la escultura del ángel sin cabeza que miraste extrañado, llora por ti la librería Ulises, donde estuvimos esa misma tarde y donde hojeaste libros sobre un sillón de cuero. Llora por ti el libro de "Willie, el oso", que te regaló esa tarde Benjamín, el librero, y que no alcancé a leerte.
Llora la escalera de madera de nuestra casa, que bajaste todas las mañanas de tus días. Llora el espejo del baño hacia el cual te empinabas para mirarte, como si fuera extraño tu propio rostro, oh, hermoso, demasiado hermoso para durar aquí, al otro lado del reflejo. Llora la canción "Cangrejito" del grupo Zapallo, que bailaste tantas veces y querías volver a escuchar, pero que se perdió en algun rincón de nuestro bello desorden. Llorará la lluvia en invierno cuando no te encuentre debajo del panel de vidrio, mirándola gota a gota. Lloran los caballos del Club de Polo que siempre venías a espiar. Lloran los cuadros de Santos Guerra que cuelgan de nuestras murallas, y el pueblo de cuento y sus personajes a los que saludábamos como si fueran reales, el hombre del paraguas verde, tus amigos al otro lado del sueño. Llora la playa de Wailandia, donde corrimos mojándonos los pies con las olas, qué fiesta, qué gritos, qué risa. Lloran las gaviotas que pasaban por ahí, llora el restaurant Caleuche, donde fuimos a ver la puesta de sol con Angélica y Laura, llora el rayo verde que nunca se hizo ver. Llora el Estadio Santa Rosa de Las Condes, donde apenas empezabas a ir a clases de fútbol, estadio que desaparecerá, como desaparece todo y todos, porque somos un duelo sin fin. Llora el Parque Forestal donde naciste, llora la calle Ismael Valdés Vergara. Lloran los taxis en los que te gustaba que te llevara en las mañanas a tu jardín. Lloran los tres cojines que tú mismo instalabas obsesivo, hasta que quedaran perfectos (y tu decías "perfecto"), adonde posabas tu cabecita llena de rulos para tomarte tu mamadera. Todos lloran, también tu piscina amada, que te vio, dichoso, nadar, ¡cómo llora desconsolada! Lloran las cosas que tocaste, los lugares donde anduviste, y lloramos nosotros, ya sin lágrimas.
Entonces, ¿por qué ríes, por qué tu cara pura de niño muerto insiste en reír, mientras todos lloran sin consuelo? ¿Por qué ríes, Clemente, amor mío, dolor nuestro?